domingo, 15 de junio de 2014

Breve Crítica de 'X-Men: Días del Futuro Pasado'.

Por fin he visto X-Men: Días del Futuro Pasado (Bryan Singer, 2014) en el cine. Lo cierto es que este va a ser un comentario realmente breve, aunque la ocasión merecería hacer un repaso de la trayectoria fílmica de Bryan Singer o de las películas previas de esta saga. Y es que esta última entrega se disfruta muchísimo más si se han seguido previamente las seis anteriores (escenas post-créditos inclusives. Esta también tiene, y es de las que te dejan con la miel en los labios y ansioso por la próxima). Por orden: X-Men (Bryan Singer, 2000), X2 (Bryan Singer, 2003), X-Men: La Decisión Final (Brett Ratner, 2006), X-Men Orígenes: Lobezno (Gavin Hood, 2009), X-Men: Primera Generación (Matthew Vaughn, 2011) y Lobezno Inmortal (James Mangold, 2013). (Tampoco estaría de más hablar de los cómics en los que se basan cada una.)

De izquierda a derecha: Kitty, Magneto (futuro), Xavier, Lobezno, Magneto (pasado) y Bestia.

Este nuevo capítulo cinematográfico utiliza un argumento de viaje en el tiempo. El encargado de efectuarlo es Lobezno pero, a pesar de ello y a pesar de ser el Hombre-X más popular e importante, no llega a cobrar un protagonismo abusivo. Por el contrario, nunca deja de ser un instrumento, aunque bastante activo, de la trama. Los realmente importantes son el Xavier, la Mística y el Magneto del pasado, siendo los dos primeros los que más evolucionan en el transcurso del metraje y los que toman las decisiones más determinantes. El último, por su parte, sigue en su línea habitual. Resulta estremecedor el momento en el que propone a su viejo amigo jugar al ajedrez, pues en ese instante sabemos que está tan dispuesto como siempre a sus maquinaciones habituales.

El Xavier del pasado es un hombre destrozado y un auténtico yonqui, caracterización que pega con la ambientación setentera y que le hace muy distinto al joven inteligente y vitalista de Primera Generación o al mentor sabio y sereno de las demás. Especialmente memorable será su encuentro con su yo futuro, ya adelantado en la promoción. Con respecto a Mística: resulta muy gratificante que profundicen en un personaje que ya era fascinante y atractivo (en todos los sentidos) en sus primeras apariciones y que está resultando muy interesante en estas últimas. Sin embargo, por muy bien que haga su papel y por mucha cancha que le dé el guión, Jennifer Lawrence no consigue que olvidemos la espectacular belleza y presencia de Rebecca Romijn; además, tiene demasiada cara de niña buena y no termina de pegar con la sensual y mortífera mujer fatal que será en el futuro.

Homenaje a cierta famosísima portada de los cómics.

Los demás quedarán ensombrecidos por estos dos, por Magneto y por Lobezno, aunque hay elocuentes miradas de Bestia que nos dejan a las claras los sentimientos que todavía alberga por Raven o la lealtad que le une al Profesor. Miradas como las que nos descubren el cansancio y el arrepentimiento del viejo Magneto, el más que posible romance entre Bobby y Kitty y el dolor en general de todos los X-Men del futuro. Por no hablar del carisma que rebosa (contra todo pronóstico) ese Peter Maximoff; protagonista, además, de la mejor escena de acción de toda la película, lo que es mucho decir. De ahí la pregunta que nos hacemos todos: ¿por qué no se lo llevan Xavier y compañía con ellos? De cualquiera manera, Joss Wheddon va a tenerlas difícil con su Mercurio y su Bruja Escarlata en la próxima Los Vengadores: La Era de Ultrón .

Primera Generación se construía sobre hechos históricos reales, tales como los campos de exterminio de Auschwitz, la Guerra Fría y la Crisis de los Misiles de Cuba. Ésta se apoya, aunque de manera más anecdótica, en el asesinato de John Fitzgerald Kennedy, en la Presidencia de Richard Nixon y en el fin de la Guerra de Vietnam. Para mi sorpresa, muchas personas no pillaron el chiste de involucrar a Magneto en el primero de estos acontecimientos, por lo que les recomendaría visionar JFK: Caso Abierto (Oliver Stone, 1992) lo más pronto posible. Y, hablando de la época: qué gracia me hizo el guiño a la serie clásica de Star Trek (aunque esta realmente date de los sesenta), que nos recuerda la procedencia de Sir Patrick Steward y la afición de Singer por ése universo y su cameo en Star Trek: Némesis (Stuart Baird, 2003). Creo que una película trekkie dirigida por él me resultaría más curiosa que las de J. J. Abrahams.
 
Molonidad.

Volviendo al asunto que nos ocupa: el mayor antagonista de la cinta es ese aciago futuro, con la pátina de desesperada predestinación que dibuja sobre toda ella. El principal responsable de él son la mencionada Mística y el Doctor Bolivar Trask. La primera está a medio camino entre quien fue y quien será. El segundo es un visionario dispuesto a una sangrienta cruzada por lo que cree que beneficiará a la humanidad. Es todo un acierto asociarlo a otro sujeto similar, como es William Stryker, uno de los adversarios más importantes de las películas precedentes, aunque nunca tan amenazante como cuando le dio vida Brian Cox (que aquí hace un cameo) en X2. Ahora tendremos que añadir el Junior al final de su nombre, tras haber conocido, aunque brevemente, a su señor padre en Primera Generación. Magneto o Mística no serán otra cosa que necesarios reflejos opuestos de estos dos, o de quienes puedan venir a continuar su trabajo. Volviendo a Trask, quizás podría haberse profundizado más en sus motivaciones, en su determinación por perseguir a aquellos que son distintos, siendo él mismo tan diferente.

Como digo, el filme merecería un análisis bastante más exhaustivo que éste. Baste decir que la emotiva Primera Generación sigue siendo la mejor de la franquicia, pero que esta resulta todavía más espectacular y no cuesta colocarla al mismo nivel del primer X-Men o de X-Men 2. El único inconveniente 'grave' que le encuentro es que muchas cosas interesantes suceden fuera de cámara y me hubiera gustado verlas. Por ejemplo: ¿cómo capturaron a Azazel y a Ángel, especialmente cuando el primero parece tan difícil de atrapar? ¿Qué fue de Banshee o de Emma Frost? ¿Por qué tardaron tantos años en ponerse en marcha los Centinelas tras la muerte de Trask? ¿Cómo se restableció Lobezno de la pérdida (no quiero dar detalles) de Lobezno Inmortal? Es más: antes del viaje en el tiempo, en la continuidad original, ¿cómo escapó Mística del cautiverio que se nos cuenta? ¿Cómo escapó Erik del suyo? ¿Cómo se volvieron a reunir? ¿Antes se volvió a unir a Xavier para encontrar a Jean Grey, como se narró en la secuencia inicial de La Decisión Final? ¿Cómo recuperó la fe Xavier? Preguntas sin respuesta que quedan a la imaginación del espectador.

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