THOR: EL MUNDO OSCURO.

La verdad es que en algún momento me gustaría hacer una batería de películas Marvel pero, a falta de tiempo y energías, de momento me conformaré con un breve y superficial comentario sobre el último título que he tenido la oportunidad de ver: Thor: El Mundo Oscuro (2013), la séptima de la franquicia de los Vengadores y la segunda protagonizada en solitario por el dios asgardiano. No voy a hacer apenas destripe pero, por si acaso, aviso de antemano.

Disfruté muchísimo de la película y me lo pasé genial viéndola; no quiero dar la impresión contraria en modo alguno, aunque tampoco me cueste reconocer sus defectos. Para empezar por lo positivo diré que lo mejor para mí han sido Loki, Selvig, Stan Lee y lo mucho que me reí con ellos y con el propio Thor. Concretamente el primero se roba el espectáculo casi desde el principio, aunque recalco que sólo es el más llamativo de un elenco igualmente genial, con personalidades marcadas y capaces tanto de hacernos reír a carcajadas como de entristecernos o emocionarnos. Todos menos los dos becarios. Los dos becarios son la mierda: no tienen ni puta gracia y son más molestos que otra cosa, por muy buenorra que esté ella o por muy guapetón que, supongo, sea él. Vale, me reí con lo del restaurante y con lo de las llaves, pero para de contar.

De Algrim me esperaba otra cosa, pero no me desagradó. Y tanto Odín como Frigga y Malekith me han encantado: creo que los tres protagonizan grandísimos momentos, aunque quizás los dos últimos pedían más tiempo en pantalla, más tiempo de desarrollo. Sobretodo el último, que podría haber llegado a acojonar de veras con un tratamiento más intenso. Las escenas de acción están genialmente hechas y la historia, con todos sus giros y personajes, es muy entretenida y está muy bien construida e hilvanada. Quizás lo único que desentone un poco es el exceso de jerga pseudo-mística y pseudo-científica del último tramo y todo el galimatías que genera (nadie está comprendiendo de que mierda estáis hablando; ¡simplificad, cojones!) Aun con ello el argumento se entiende perfectamente sobre la marcha sin necesidad de explicaciones forzadas (cof, cof, Nolan). La única tacha es el final tan tremendamente abierto que deja, incluso para los cánones de Marvel Studios; espero que se resuelvan todas las tramas entre las futuras Guardianes de la Galaxia y Los Vengadores: La Era de Ultrón... Aunque lo dudo. Máxime cuando todavía estamos arrastrando cabos sueltos de la 'Fase Uno' (en especial, los relacionados con El Increíble Hulk... ¿qué pasó con todos aquellos personajes: el General Ross, su hija, la Abominación, el Líder?) Para más inri, no es que haya un epílogo al final del film propiamente dicho... sino dos. El primero, que es el mejor, está a mitad de los créditos, mientras que el segundo se encuentra al final de los mismos.

En relación a este tema: me pregunto hasta cuánto podrá aguantar este modelo de películas entrecruzadas. Yo ya mostré una paciencia encomiable durante el lustro aproximado que hubo entre el final del primer Iron Man y el estreno de Los Vengadores... No me imagino aguantando un segundo lustro, ni un tercero. Y si yo ya me estoy quemando pese a ser un flipado de estos temas, veo poco posible que el espectador promedio resista mucho más. A eso se le llama 'morir de éxito'.